A pocos metros de la playa y en un entorno entre lo rural y lo recién urbanizado se encuentra nuestro solar; de frente campos de naranjos y de espaldas chalets de nueva construcción.
Es una zona tranquila, llana, agradable… entre el núcleo urbano y el puerto pesquero.
La casa, como la ubicación, también se encuentra entre extremos: el blanco y la madera, lo frio y lo cálido, lo nuevo y lo tradicional…
4 fachadas y cada una pendiente de su mundo en su dirección, pero siendo un conjunto.
En el interior la vivienda es abierta, no hay pasillos, no hay espacios perdidos, solo la intención de aprovechar unos metros construidos acotados por las, a veces malditas, normativas urbanísticas.
Cocina, salón, baños… todo cuidado al detalle dentro de una estética, de nuevo, entre extremos; entre la presencia y la esencia. Porque pudiendo tener lo mejor de ahora y de antes, ¿por qué elegir?