Cuando hablamos de casa antigua no nos referimos a una casa vieja, una casa antigua es aquella que independientemente de su estado de conservación, tiene estilos arquitectónicos y decorativos de épocas anteriores.
Comprar una casa histórica para habitarla, sólo sería aconsejado para aquellos que aman formas autóctonas de construir, los productos naturales, los oficios y formas de vida de otras épocas y en definitiva el encanto y los personajes de las casas más antiguas.
Los detalles arquitectónicos de estas casas son únicos: los arcos , las molduras en las paredes y techos, los suelos de madera, los muros de sillería, las vigas y viguetas de madera de mobila, las baldosas de barro cocido.… y otras pequeñas peculiaridades vintage como el mobiliario de madera maciza trabajada a mano, las lámparas de araña, los tapizados y telas artesanales, las vidrieras emplomadas de las carpinterías, los azulejos pintados a mano, los armarios ocultos , las perillas de las puertas, las griferías de bronce….y un largo etcétera.
Para trasformar estas casas antiguas en casas habitables con todas las comodidades modernas, necesitaremos ganas, tiempo y dinero.
Inspección.
Antes de restaurar la casa además de realizar una inspección visual de la vivienda y sus acabados, deberemos hacer una inspección más exhaustiva de la misma de la mano de un arquitecto o un arquitecto técnico para conocer el estado de la estructura, cubierta e instalaciones; y de ese modo conocer el alcance de la futura intervención.
Es importantísimo este punto, ya que si la inspección concluye en que la vivienda requiere mejoras importantes tales como refuerzos estructurales, trabajos de cimentación , reparación de paredes, instalación de agua potable, de electricidad, de saneamiento, etc. con el sobrecoste que estos trabajos implican, es más que posible que nos replanteemos la compra de dicha casa.
Presupuesto.
Una vez realizada la inspección, sabremos que mejoras o cambios necesita la vivienda, por tanto podremos calcular el dinero que nos vamos a gastar reformándola.
Realizar el presupuesto de la mano de un buen profesional nos va a permitir conocer detalladamente los costos de cada partida de la reforma y averiguar dónde nos interesa gastar más y donde es posible ser más económico.
Debemos ver este gasto que vamos a realizar como una inversión ya que con la rehabilitación le daremos a la casa un valor añadido, que seguramente será mayor que el desembolso para reformarla.
Finalizada la inspección y sacado el presupuesto, decidiremos si restauramos o no la casa
Proyecto.
Además de pensar en el costo de los materiales, suministros y mano de obra, tendremos que pensar en las mejores soluciones constructivas para las deficiencias y defectos de la casa. Utilizar las mejores técnicas de rehabilitación o sustitución si fuera el caso, nos permitirá obtener una casa en las mejores condiciones y asimismo reducir los costes al máximo. Al final, usted tendrá que tener un análisis detallado de la situación general.
Pese a haber realizado una buena inspección, deberemos tener en cuenta que pueden surgir imprevistos; por ejemplo pudimos pasar por alto unas goteras de una habitación de la planta de arriba ya que el día que hicimos la inspección no llovía. Para que no nos sorprendan estos imprevistos deberemos poner un margen en el presupuesto de un 10 o un 15% para poder cubrirlos.
Asimismo, en las casas más antiguas es posible que los tamaños de los elementos de la actualidad , tales como los componentes de la cocina o los del baño , pueden ser muy diferentes o incluso inexistentes; por lo que tendremos que tener en cuenta los huecos y los espacios.
Resultado.
Al final habrá valido la pena el tiempo y el dinero invertido porque tendremos una casa única, con un valor mucho mayor del que tenía cuando la compramos o heredamos y con un encanto que vivir en ella será todo un placer.